Celebraron su boda en el Restaurante Camaura, en Granada. Conocernos solo fue un formalismo necesario, antes de darnos cuenta ya habíamos creado un vínculo muy especial. Nené me hizo partícipe de cada detalle de la boda y Salva me mantenía al tanto de las sorpresas que se les iban ocurriendo. Así es fácil sentirte cómoda y captar los sentimientos de un día tan especial, en plena confianza.
Son una pareja divertida que ama, por encima de todo, reírse y disfrutar cada segundo el uno del otro y fieles a sus principios prepararon su boda con un cariño y dedicación admirables. Ya lo dejaron bien claro en su Preboda, la suya no iba a ser una boda más y al igual que su gente, fueron a darlo todo.
Estoy segura de que en el futuro continuaremos en contacto, disfrutaremos de muchos ratos juntos, porque ellos han sabido entender desde el principio mi filosofía de trabajo y lo que éste significa para mí.
Gracias por cruzaros en el camino, pareja!!!
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