Ellos pusieron la elegancia, la dulzura y el amor… El resto fue pan comido. Marty y Enrique me comentaron su deseo de realizar esta sesión en algún punto de la provincia de Almería y rápidamente me acordé de mi rincón favorito: el Desierto y a ellos les pareció buena idea. Es un escenario inigualable lleno de paz. La luz en este punto geográfico es inmejorable, sencillamente mágica y el paisaje, casi lunar, nos invita a perdernos.
Esta sesión no estuvo exenta de sorpresas, pero eso es algo que descubriréis más adelante… Ahora os dejo con esta bella pareja.
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